Nunca olvidaré la tarde en que presenté Iris, el 26 de marzo de 2025. Después de tantos meses soñando, escribiendo, corrigiendo y construyendo ese mundo mágico, por fin llegó el momento de compartirlo con otras personas.
Y no os voy a mentir: los días previos fueron una mezcla intensa de ilusión, algunos nervios y mucha emoción contenida. ¿Gustará? ¿Vendrá gente? ¿Sabré expresarlo todo?

No quería hacerme ilusiones y preferí dejarme llevar, aunque, en el fondo, deseaba tener público, sentirme bien y disfrutar del momento.

La realidad superó cualquier expectativa.

El día de la presentación fue muy especial. Allí estaban mis seres queridos, los que más me apoyan, algunos amigos y amigas que no quisieron perdérselo, compañeras del mundo literario y también caras nuevas que venían a conocer a Iris, mi protagonista, y a adentrarse en su historia.
Tenía miedo de perder el hilo por los nervios, pero, en el fondo, algo dentro de mí susurraba: «Este es tu momento. Con magia, todo es posible.»

Durante la presentación, me sentí arropada. Fue una tarde entrañable, y las palabras fluyeron casi solas. Las preguntas que me hicieron reflejaban un sincero deseo de conocerme más y de profundizar en el universo de Iris.
Hablé de cómo nació la historia, de los valores que quise transmitir —la amistad, la valentía, la lealtad, el amor— y, por supuesto, del poder que tienen los mundos imaginarios para reflejar nuestras emociones más profundas.

Hubo una reflexión en forma de pregunta, por parte del concejal de Cultura, que me tocó especialmente: dijo que la pasión con la que escribo queda reflejada en mi obra. Y, sin lugar a dudas, también me llegó al corazón que una persona del público me ofreciera colaborar con ella para mostrar el mundo mágico de Iris a sus alumnos y alumnas.
Porque ellos son lo más importante para mí, y poder ver en primera persona cómo se ilusionan al compartir información sobre el mundo de Iris y mi forma de escribir me emociona profundamente.

Al final del evento, los asistentes se llevaron una grata sorpresa al poder escuchar, en primicia, la canción de Iris. Una canción creada especialmente para mi libro: El bosque encantado.
Después, sorteamos tazas y camisetas personalizadas de Iris, y a continuación tuve el placer de firmar ejemplares con una dedicatoria para cada una de las personas que se acercaron.
Fue un momento memorable: ver la ilusión en sus ojos y escuchar su deseo de comenzar a leerlo es algo que guardaré siempre conmigo.

Cuando todo terminó, sentí algo que no puedo describir con una sola palabra. Era una mezcla de paz, gratitud, alegría y… un poco de nostalgia, como si ya echara de menos ese instante único.
Pero, sobre todo, me sentí agradecida. Por cada mirada atenta, por cada aplauso, por cada pregunta y por la cálida acogida que recibí.

Gracias a todos los que estuvisteis presentes —física o emocionalmente— en ese día tan importante para mí. Iris ya ha comenzado su viaje, y saber que no lo hace sola, que camina acompañada de tantos lectores con el corazón abierto, me llena de esperanza y emoción.

Si no pudiste venir, no te preocupes. Iris ya está disponible, y estaré encantada de que formes parte de esta historia mágica.
Porque los libros, como los sueños, solo tienen sentido cuando se comparten.

En este enlace puedes informarte del punto de venta que más te conviene según tu lugar de residencia. Y, si prefieres comprar un ejemplar de Iris, dedicado de mi puño y letra, por favor, envíame un mensaje.

Te invito a visualizar la presentación completa en mi canal de YouTube aquí.